Señora Santana ¿por qué llora el niño?
Por un manzana que se le ha perdido.
Yo le daré una, yo le daré dos,
una para el niño y otra para vos.
Yo no quiero una, ni tampoco dos,
yo quiero la mía que se me perdió.
Duérmete mi niño, duérmete mi amor,
duérmete pedazo de mi corazón